BYRON BAY: DÍAS 33-39 (Viernes 25 Feb. – Jueves 3 Mar.)
Día 33: Viernes 25 de Febrero
Llegué a Byron Bay a las 7 de la mañana, estaba hecho mierda, los trenes de noche son lo peor. Tenía un mapa en la lonely planet donde salía mi albergue, pero resulta que está un poco lejos del centro. Esto no es muy grande pero como no, me perdí media hora dando vueltas por urbanizaciones sin números, nombres de calles ni nada. Se me paró al lado un minibús y el conductor me preguntó a donde iba, le dije el nombre de mi hostal y me dijo que subiera. Estaba lleno de chavales, era una compañía de clases de surf, iban con la música a tope y los del Staff estaban con el micro soltando paridas.
Al poco llegamos a mi albergue, resulta que es mitad albergue mitad camping, muy hippiesco, había unos cuantos lagartos por ahí correteando y unos pavos negros. Una piscina, un campo de volley, un estanque, billares, bar, una sala de conciertos, millón de tumbonas… me mola. Encendí mi ordenador, vale, esto explota en cualquier momento, me metí al Facebook y ví que me había escrito Fran, el chico de Tasmania. Joder, resulta que está aquí en Byron Bay, le llamé pero nada, ya lo veré luego.
Mi ordenador acaba de morir, ya no se ve naaaaaada, joder joder joder. Puta mierda me cago en todo, ostia, todo me sale del revés. Dios, por un lado me muero de rabia pero hay que intentar ser positivo, ya miraré si puedo arreglarlo o que.
Dejé mis cosas en una taquilla, me puse el bañador y me fui para la playa. Que gozada de playa, arena blanca fina fina, cuando andas parece que suenen como neumáticos, no se ve dónde acaba de lo larga que es y aquí entras desde la calle pero si sigues andando es todo selva.
Me di un par de baños y salí a echarme un siestón mientras veía a los surferos. Me desperté a las 2 horas, me metí al agua medio dormido todavía, esto es vida joder. Al rato me llamó Fran y se vino. Llevaba unos días en Coolangatta, a unas 2 horitas de aquí, en casa de unos familiares, bueno primos de un primo… El caso que claro, nadie ha venido a verles en 40 años que llevan viviendo en Australia así que están encantados de tenerle en casa, y Fran de no gastar en alojamiento, jeje.
Estuvimos un par de horas contándonos que tal estos días y ya nos fuimos a comer algo. Fran quería ir hasta el faro que dicen que se pueden ver delfines casi todos los días. Yo pasaba, estaba cansado y así aproveché a ir al hostal a dejar ya todo en mi habita y darme una ducha.
Volví al centro y fui a un bar con terraza en la playa, me senté en una mesita y me pedí una cerveza con limón, la tía me miró como si fuese un marciano, pero me supo a teta. Vino Fran al rato y me invitó a otra, jeje, se nota que ha leído mi blog cuando escribí que la francesa y él se pasaban de ratas alguna vez. Estuvimos ahí hasta que se hizo de noche, que aquí se hace de noche a las 6 de la tarde, es como el invierno en España. Me he pegado un quemazo de la ostia en la playa, ya estoy empezando a pasarlas putas, me he echado crema pero es una puta mierda que me costó dos dólares, parece cera, cuesta un huevo ponérsela y claro, te dejas la mitad sin cubrir, a la mierda, mañana me compro una de las buenas.
Intentaba convencer a Fran de salir y más o menos le convencí pero claro, a tomar una o dos cervezas, joder, así ya las expectativas de fiesta son nulas. Fuimos andando hacia un bar que estaba cerca de su hostal, bueno aquí solo hay dos sitios de fiesta, el Cheeky Monkeys, millón de mochileros y estudiantes de vacaciones, música penosa, cerveza barata y niñatos bailando encima de las mesas.
Ahí acabamos, nos encontramos a 4 chavales españoles, salimos fuera y nos estuvieron contando que tal su viaje, solo habían venido a hacer surf, llevaban dos meses surfeando todos los días menos un pequeño viaje que hicieron por el desierto, compraron un coche al llegar. Estaban intentando venderlo ya para irse a Indonesia a hacer surf también, que es más barato. Ya se iban a dormir, nos regalaron unos vales por cervezas gratis que tenían y volvimos adentro. No sé si son los guiris o soy yo cuando no voy pedo pero es que flipo con los bailones. Les pones Safri Duo y están dándolo todo, de verdad se ponen muy ciegos/as, un grupo de unas 6 tías se pintaron las tetas con las banderas de sus países y se subieron a una tarima como a hacer un concurso de que tetas eran las mejores, en plan ovaciones como en las batallas de rap, y no veas que piques entre ellas.
Éramos las únicas personas cabales del bar así que al poco rato decidimos irnos a dormir, mañana Fran se volvía a Coolangata y yo no había dormido la noche anterior, quedamos en llamarnos mañana antes de irse.
Día 34: Sábado 26 de Febrero
Me levanté y fui al hostel de Fran, ya tenía todo recogido, como tampoco teníamos tiempo de ir a la playa ni nada nos quedamos ahí un rato y ya le acompañé hasta la parada de autobuses, ya no creo que lo vea más porque se sube a Cairns y yo no creo que llegue en un tiempo. Nos despedimos y me fui a comer, he descubierto un sitio muy coten que sale un plato de arroz con alubias, verduritas y pescado a la plancha a 7 dólares. Está de puta madre. Este pueblo me está gustando, es así muy hippie, en todas partes te encuentras alguno con la guitarra o rastas haciendo meditación en plan Ohmmm.
Estoy megaquemado, no puedo ir a la playa así que me volví. De camino a mi albergue me paré en una agencia de estas de excursiones, quería preguntar cómo iba lo de las clases de surf, podía ir un día pero me parecía muy caro para una sola clase, al final cogí 3 clases, quería empezar hoy pero ya no podía, así que mañana, había por la mañana a las 7 o al mediodía a la 1 pero mejor por la mañana así empiezo el día ya a tope y tengo tiempo después de hacer cosas.
Estuve conociendo un ratillo a tres chavales de mi habita, uno era de Inglaterra y los otros dos de Brisbane (Australia), se habían venido nada más que para una noche y volvían a Brisbane. Estuve un ratillo en internet a ver como chorra puedo arreglar mi ordenador y encontré unos cuantos sitios pero no aquí, en otros pueblos, de todos modos les escribí a ver como podíamos hacerlo.
Me fui pronto a dormir, me tengo que levantar antes de las 7, a las 12 unas tías entraron dando voces en la habitación, una cantando y todo, cuando me desperté me preguntaron que hacia dormido. Y vosotras que hacéis cantando si yo estoy dormido zorras? Flipo con la gente, cero respeto. Yo entro a la habita y aunque sean las 4 de la tarde si un notas se está echando la siesta intento no hacer el mínimo ruido, en fin…
Día 35: Domingo 27 de Febrero
A las 7 vino a recogerme el autobús de las clases de surf, era el mismo que me trajo el otro día cuando estaba perdido, fuimos por todos los hostales recogiendo a gente y cuando ya estábamos todos fuimos hacia otro pueblo que debía haber hoy buenas olas para aprender.
El conductor era un cachondo, nos fue pasando el micro, teníamos que decir nuestro nombre, de donde éramos y hacer el ruido de un animal a continuación, yo hice un Muuuu y le pasé el micro a la chica de al lado, que estaba sonriéndome y dijo que era Silvia, de Spain también. Flipa, ya os digo que es raro encontrarte a españoles, yo parece que me voy encontrando a todos pero de verdad que no hay apenas. Llevaba 5 meses aquí, había venido a clases de inglés dos meses y ahora estaba viajando por todo el país, era de Barcelona, ooootra catalana. Los 4 surferos del otro día eran catalanes también.
Primero el profe nos dio como unas clases teóricas sobre las corrientes, las olas, y luego nos enseñó a levantarnos sobre la tabla en la arena, pues ala, al agua, primero nos ayudaban dándonos un empujoncito y yo al tercer o cuarto intento ya me puse de pie, aunque dos segundos, luego ya seguí por mi cuenta y oye de puta madre, me subí bien de veces y cada vez mejor, aunque claro, esto no es surf, solo es ir recto hacia la orilla manteniendo el equilibrio en la tabla, pero para el primer día ya vale. Cuando ya nos íbamos a Silvia y a mí nos picó una medusa, la misma creo. Ya me acojoné, pero parece que esta no era de las chungas porque el profe tampoco se preocupó mucho. Nos puso una crema y a los 10 minutos ya como si nada.
Volviendo hacia el pueblo le pregunté a la chica si le apetecía ir a la playa o hacer algo y nos bajamos juntos, le acompañé a su hostal a por su portátil y primero fuimos a una cafetería que tenía wifi gratis a echar un cafelo y estar ahí un ratillo. Aproveché para mirar si me habían contestado los del portátil y uno sí, pero ya lo miraré luego.
Fuimos a la playa y me picó otra medusa, joder, resulta que hay una plaga, no son como las de España, son como una pompita azul pequeña con unos tentáculos de casi dos metros y claro, ni la ves y ya te ha picado, que hijas de puta. En la orilla había un montón, y dentro del agua tenías que andar mirando a todas partes para que no te cayera una encima con una ola, era una mierda, así que nos salimos.
Fuimos a dar un paseo por la orilla hasta un extremo que había como un mirador a ver si veíamos delfines pero nada. Volviendo nos pararon dos chicos, solo querían preguntarnos que tal, de donde eramos y eso, y luego ya nos preguntaron por la religión, lo sabía joder, de todos modos nos habían entrado discretamente así que fuimos amables porque ellos también lo eran pero les dijimos rápido que nos teníamos que ir. A las dos horas ya nos estábamos yendo y me empezaron a llamar, deivi, deivi, era uno de los chicos estos y me dijo que si quería este viernes fuese a la iglesia que hacían una Barbacoa gratis a las 4 de la tarde, que fuerte, a Silvia ni le ha mirado, no la quieren.
Nos fuimos cada uno un rato a nuestro hostal, yo me di una duchita y al rato ya me llamó Silvia, nos encontramos a mitad de camino. Nos sentamos mientras me liaba un piti y como la vi triste me contó un mal de amores reciente que había tenido con un inglés. Le dije que la invitaba a echar una cerve a ver si se animaba y sí. Fuimos al bar de la terraza en la playa y estuvimos hasta bien tarde ahí charlando. Le tuve que contar yo también alguno de mis desamores para que viera que lo suyo tampoco era para tanto, y nada, parece que ya se le pasaba.
Estábamos rotos, ha sido un día largo, mañana no vamos a clases de surf, lo dejamos para pasao, sobre las 12 nos fuimos a dormir.
Día 36: Lunes 28 de Febrero
Empecé el día echando un cafecito con Silvia en el mismo sitio de ayer y así aprovechaba para mandar algún mail y tal. De camino a la playa paramos en el bar de la terraza a echar otra cerveza, con limón. Como me goza la cerveza con limón cuando estoy en la playa, no se puede beber nada mejor.
Silvia había quedado con un alemán de su hostal en la playa, lo encontramos enseguida. Se llama Michael, 20 años, muy majo el chaval, yo hasta ahora solo lo conocía porque duerme en la litera de encima de Silvia, hace dos noches se debió llevar a una tía y preparó un terremoto en la habitación.
En dos semanas se va a Tailandia así que nos dimos el Facebook para que me contase que le iba gustando antes de llegar yo. No nos podíamos bañar, había una invasión de medusas, yo me pegué un baño y tuve que esquivar por lo menos a 4, una por los pelos y para andar mirando a todas partes mejor te quedas en la toalla.
Al poco rato se fue Silvia y me quedé con Michael, acabamos discutiendo de si el toreo y los san fermines son crueles o no. La gente no entiende, ya he tenido esta misma discusión con más de uno este viaje. A mí no me parece ninguna crueldad, y cada vez me gozan más. Además esos toros son los animales que mejor viven. Pasan toda la vida en libertad, en los mejores prados y se alimentan con los mejores piensos que hay. Cuando vas a la carnicería a comprar unas pechugas, esos pollos viven rodeados de puta mierda, durmiendo sobre sus propias cagadas, compartiendo techo con 200.000 pollos. A la hora de morir les cortan la cabeza a lo basto y ala, a desplumar. Igual que los patos del paté, no sé quién me contó hace poco, les meten un tubo por el pico y los inflan a saco de comida como globos para luego hacer el paté, que asco joder. Los toros tienen una muerte digna, peleando, y los toreros aman al animal, viven para él. La gente no tiene ni puta idea son unos hipócritas que solo se dejan influenciar por los medios, pero nada, no hay manera de convencer a los guiris.
Había ya hambre así que nos fuimos, en la calle nos paramos con una chica que tenía una bandeja de falafeles para degustar, estaban que te cagas. Quedamos en que esta tarde iba a su hostal a echar unas garimbas y luego veníamos a cenar falafeles.
Me pegué un bañito en la piscina del hostal y fui a las mesitas a echar un piti y a ver si charlaba con alguien. Una chica se sentó en mi mesa y me regaló un café, yo flipando. Resulta que le venía con el menú del bar y solo bebe café si trabaja. Era de Melbourne y llevaba aquí 3 meses, que sobrada, vivía en el camping y solo tenía que limpiar los baños cada dos días para dormir gratis, que bien oye. Le pregunté si hacía surf y al principio creo que se molestó un poco, la tía pesa más de 100 kilos, a lo mejor ha sido una pregunta poco apropiada pero soy un notas, no me he dado cuenta. Vio que no iba con malicia y ya bien pero con tensión, me sentía fatal por la cagada así que me termine rápido el café y me piré.
Fui a comprar un pack de cervezas y fui al hostal de Silvia, estuvimos un rato ahí de palique y luego en su piscina. Vino Michael y se unió hasta que se nos hizo de noche y fuimos al centro a cenar. Llegamos al restaurante de los falafeles, mientras estábamos pensando que pedir para los 3 la camarera nos preguntó de dónde éramos, nuestra mierda de acento inglés canta a la legua. Resulta que la camarera es de Madrid, nos dijo que llevaba aquí dos años, resulta que su madre es holandesa así que tiene el pasaporte holandés también, osea visado para currar, y si quiere quedar aquí a vivir así que está pendiente de que le den la residencia. Silvia también anda diciendo siempre que le encanta Australia y se quiere venir aquí a vivir, yo la verdad mira, es muy bonito, muchas playas, la gente agradable, naturaleza… pero no cambio España por esto ni de coña, supongo que alguna gente que vive en ciudades tan grandes no se hace a la idea de lo bonito que es su país y su gente.
Al final pedimos una especie de kebabs pero llenos de bolas de falafel, era lo más barato y nos quedamos a gusto. Volvimos hacia el hostal, Silvia se iba a dormir y Michael iba a pillar unas cervezas que quería fiesta, yo tengo clases de surf mañana así que me fui hacia mi hostal.
Cuando llegué estaba todo muy animado, había como un concierto al lado de las mesas así que me quedé un rato, me senté en un banco al lado de unos chicos a liarme un piti pero no encontraba el mechero en la bolsa de la playa, les pedí y no me entendieron bien porque una de las chicas me dio un pitillo, yuju, nunca hay que rechazar un pitillo con filtro. Eran dos chicas y un chico, el chico tenía un acento gracioso así que le pregunté y era italiano, sus amigas eran una suiza y una alemana, la alemana se iba mañana de Australia. Me dijeron que la convenciera para que no se fuese pero tampoco sabía que decirle.
Al rato se fue a dormir y ya me enteré de que no era su amiga, que la acababan de conocer ahora. Resulta que la tía vino hace una semana a Australia con intención de quedarse 3 meses pero no estaba a gusto y se volvía a casa mañana, jooooder, estábamos los 3 flipando. Como cojones hay gente así, te pagas un billete de casi mil pavos para venir y a la semana te vuelves, no me jodas. Vaya, seguro que esta chica no se había currado el dinero para venir aquí, sino sí que aguantas lo que haya que aguantar no me jodas, una semana es muy poco tiempo. En verdad pobre chica, pero que manera de tirar el dinero.
El italiano y la suiza me cayeron genial, se habían conocido aquí y habían alquilado un coche juntos. Los dos hablaban bien inglés pero con sus fallos como todos, cuando querían decirse una palabra que no sabían decir en inglés decían “bitch” (puta) que suena igual que “beach” (playa) pero nunca sabes cuando dices una cosa o la otra. Eran más majos que la ostia, me invitaron a bien de vasos de vino y me dijeron si quería ir con ellos mañana a Nimbin, un pueblo hippie que hay cerca de aquí pero tengo clases de surf así que les dije que no podía. Me dio pena irme a dormir porque me lo estaba pasando genial con ellos pero me tenía que levantar a las 6 y media así que me despedí y fui a dormir.
Día 37: Martes 1 de Marzo
Las clases de surf de hoy me han decepcionado bastante, se suponía que íbamos a aprender a girar ya una vez de pie en la tabla pero ha sido imposible casi coger ni una ola, el mar estaba megarevuelto, con una corriente de la ostia y las olas eran una mierda, casi no me he levantado ni 3 veces. Lo único bueno ha sido ver 2 delfines casi al lado cogiendo una ola, ha sido bastante coten, estaban ni a 10 metros.
Después fuimos a la playa, ya no hay medusas menos mal, al rato vino Michael, que al final ayer se rayó y no salió de fiesta. Yo ya necesito pillarme un pedo así que quedamos en hacer botellón esta tarde-noche en su hostal y salir un rato. Silvia quería ir a Nimbin mañana, el pueblo que me dijeron ayer, a mí no me llama nada, debe ser un pueblo hippie en medio de las montañas, hay muchas excursiones y es famoso porque van todos los mochileros ahí a comprar yerba pero por lo demás no debe ser muy interesante, de todas formas por hacer algo distinto le dije que la acompañaba y antes de irnos pasamos por una agencia a pillar el billete para mañana, que nos costó 25 dólares ida y vuelta.
Toca siesta, que llevo 3 días durmiendo poco y quiero estar a tope, dormí 4 horas. Me desperté a las 7 de la tarde, muy tarde para el horario guiri, en los hostales a las 5 de la tarde ya empieza la gente a hacer botellón. Me dí una duchita llamé a Silvia y quedamos en la tienda de licores para pillar algo de beber. En Australia solo se pueden beber dos cosas, o cervezas o vino, todo lo demás es una cebada de caro, la botella de Jhonnie Walker vale 45 dólares. El vino es lo que más bebe la gente, son unos bricks de 4 litros y medio que valen unos 15 dólares, no está nada bueno pero es barato y para dos personas sobra.
En el hostal de estos estaban todos ya muy animados, estuvimos un rato tranquilos pero luego ya se alborotó todo. Los guiris están locos joder, estábamos en varias mesas juntas así largas, hicimos dos equipos. Contra los de enfrente, había que beberse un vaso de un trago, ponerlo boca abajo en el borde de la mesa e intentar darle la vuelta y dejarlo derecho de un solo toque. Así con la tontería, juego tras juego acabamos todos como las mierdas. Hice migas con dos ingleses que eran amigos de Michael y me gané su respeto hablando con la tía más cachonda de su hostal, una suiza que no me acuerdo como se llamaba.
Tanto que me reía de los bailones de encima de las mesas del Cheeky Monkeys acabé yo con todos subido en las mesas también. A Silvia la perdí de vista y al final iba tan ciego que me invitaron a salir del bar por mear donde no debía, joderrr, si es que me sienta fatal beber y llevaba ya un mes sin ponerme ciego…
Acabé en la calle sentado con unos hippies que conocí dando palmas mientras tocaban la guitarra y cantaban. Hasta cogí un rato la guitarra pero me la quitaron de la pena que daba, llegué al hostal a las 4 de la mañana. Fua! no vuelvo a jugar a juegos de estos.
Día 38: Miércoles 2 de Marzo
Buah, me quiero morir, asco de resaca de vino de 10 dólares joder. Además no sé porque me he levantado tan pronto, a las 8 joder, si el bus no sale hasta las 11… Me siento fatal, me echaron del bar por mear en la pared soy un notas. La de siempre, no vuelvo a beber nunca más, voy a ser una persona decente y responsable, un hombre de familia. Saldré de fiesta, pero solo me tomaré 3 cervezas, y me follaré a la reina del baile.
El autobús a Nimbin fue la peste, nos sentamos muy atrás y a poco echo todas las papas, me daba todo vueltas, la carretera era una mierda. Paramos cerca del pueblo a ver una roca gigante en mitad del bosque, es sagrada para los aborígenes. Llegamos por fin al pueblo y me tuve que sentar un rato a que me diera el aire de la que llevaba encima.
Pues vaya fusta de pueblo, no me gustó mucho, no hay más que tiendas hippies, pulseritas, pañuelos, colgantes, y todo tipo de parafernalia para fumadores de porros. Por la calle no hay más que camellos ofreciéndote Yerba, setas, galletas de maria… Justo lo que me hace falta para que tengamos que llamar a la ambulancia.
Pero bueno, Silvia estaba encantada, así que vimos tooodas las tiendas del pueblo, que fuerte, nos encontramos a uno de los chicos de la iglesia del otro día que vimos en la playa, estaba con otros 10 chavales de la iglesia, en un jardín cantando. Muy fuerte, a Silvia ni le saludó, solo vino a hablar conmigo y a recordarme que fuera a la barbacoa del viernes, no la quieren, le hacen el vacío. Nos comimos una hamburguesa orgánica, estuvimos un rato de charla y volvimos al autobús, que nos recogía a las 3 horas. El viaje de vuelta lo pasé durmiendo, mucho mejor.
Silvia quería ducharse así que me fui a mi hostal, al entrar en la habita había un chico nuevo, era de Suiza. Me empezó a contar su viaje y flipé, eso sí que es un fucking good travel, le dije. Había estado dos meses recorriendo el sudeste asiático, ahora estaba 3 semanas en Australia haciendo la costa este de arriba abajo, había hecho submarinismo en la gran barrera de coral en Cairns, había ida a las islas Withsundays, a Fraser Island y ahora se quedaba una semana en Byron Bay para aprender a hacer surf, después volaba a Hawai donde se iba a quedar 3 meses yendo a clases de inglés y haciendo surf, de ahí volaba a la costa oeste de Estados Unidos y se iba a hacer la ruta 66 con unos amigos que tiene viviendo allí durante otros 2 meses y vuelta a casa. Todo su dinero al garete, pero alucina, se me caían las babas mientras me lo contaba.
Pasamos toda la tarde hablando, era un chaval de puta madre, me estuvo contando un montón de cosas de Bang kok, me dijo que me lo iba a pasar de puta madre, dónde dormir, que templos visitar, que regatear… Que ganas tengo de ir a Bang kok joder (quizás porque os escribo desde el aeropuerto, a menos de 24 horas de llegar jeje).
Al rato llego Silvia que me había estado llamando pero no me había enterado y nos fuimos los 3 juntos a cenar a un kebab, dejamos a Silvia y volvimos, no me cansaba de sus historias pero mañana es la última clase de surf y además me piro de Byron Bay así que tengo que descansar, sobre las 11 me fui a dormir.
Día 39: Jueves 3 de Marzo
Hoy el mar estaba perfecto para hacer surf, hemos tenido una profe nueva y ya he conseguido subir a la tabla y girar hacia donde quiero, frenar y acelerar, aunque vaya estoy a años luz de coger bien una ola. El día iba de puta madre, cogiendo un montón de olas, me he ido confiando y cada vez me he ido más lejos de la orilla donde rompe la primera ola que es la más grande, he cogido dos bien y ha sido una gozada pero al intentar coger la tercera me ha tragado la ostia, me ha costado un huevo salir a la superficie y cuando he salido me ha tragado otra ola, total que cuando he conseguido salir del agua la corriente me había arrastrado bastante, estaba muy lejos de la orilla y de los demás.
Esto es lo de menos, porque cuando he mirado hacia la izquierda a poco me cago en los pantalones, he visto una aleta bastante más grande que las de los delfines de ayer, y solo una. La movida es que cuando ves varias aletas son delfines seguro, pero si solo ves una… puede ser un tiburón. A poco me da algo, casi no podía subirme a la tabla de los nervios, intentaba remar hacia la orilla pero no lo conseguía y seguía buscando la aleta pero no veía nada. No estaba seguro de si era la imaginación que me había jugado una mala pasada, pero necesitaba ayuda cuanto antes así que levanté el puño para que viniera a recogerme alguno de los monitores, menos mal que vino pronto y me ayudó a remar hasta la orilla. No quise decir nada por no aguar la fiesta y por si acaso no había sido lo que me parecía, de todos modos ya me dijeron los catalanes que sí que habían visto tiburones aquí y que un día tuvieron que salir todos del agua, la movida es que estamos en el punto más al Este de todo Australia y aquí hay más actividad que en otros sitios.
Vaya a mí ya se me jodió el día, no me volví a meter muy hondo y me quedé donde las olas pequeñas. Luego cuando estábamos sentados en la arena le comenté a uno de los tíos que había visto una aleta y el tío que nos tira las fotos me enseñó una foto que había tirado a una aleta. Es un delfín, no te preocupes. Puf, pero el mal rato me lo he llevado igual.
Bueno hoy me voy de Byron Bay, voy a ir a un pueblo que se llama Surfers Paradise, más al norte, en Gold Coast, de ahí voy a Brisbane, donde he mandado el portátil a arreglar para recogerlo, ha sido un dilema, 200 dólares, lo que serían unos 140 euros, el portátil cuesta 260 euros pero es que está nuevo, y me viene muy bien para hablar con mi familia y no pagar un pastón en los cybers así que nada, a cuidarlo mejor esta vez.
He decidido pillarme un pase de autobús para ir desde aquí hasta Cairns y me puedo bajar en todos los pueblos que quiera, cuesta 275 dólares con descuento y al final es lo más económico. He quedado con Silvia en que igual nos juntamos en Noosa para ir juntos hacia el norte, así que lo más seguro es que después de Brisbane me junte con ella. Así que nada, fui al hostal a por mí mochila, a correos a mandar el portátil, a donde los autobuses a comprar el billete y a comer con Silvia. Comimos unos noodles justo al lado de la parada de autobús y a las 3 cogí el bus a Surfers Paradise, ojala hubiese mirado antes las previsiones meteorológicas…
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