DÍA 16: Martes 8 de Febrero
Al llegar al aeropuerto de Hobart una encargada de seguridad nos acercaba un perro según íbamos pasando a recoger las maletas. Está prohibido meter cualquier clase de comida, sobre todo fruta o verduras, cualquier cosa que pueda poner en riesgo su particular ecosistema. Mientras esperaba mi mochila vino Fran a buscarme y ya fuimos juntos al autobús que nos llevaba al hostal. Le dijimos que hostal era y nos dejó en la puerta, 8 dólares, pero en verdad se lo curran estos australianos.
La hemos liado parda, yo tenía pensado llegar a las 5 de la tarde, pillar la habitación y esperar a este, pero entre una cosa y la otra hemos llegado a las 10 y media de la noche, y la recepción cierra a las 10. Total, que no tenemos habitación. El hostal es bastante grande, hay un montón de mesas, sofás, una tele gigante… Mientras unos hacen botellón otros ven películas, pero este y yo con los mochilones no sabemos qué hacer. Un rastas francés nos dijo que podíamos quedarnos por ahí y dormir en los sofás hasta que abrieran la recepción a las 8. Pues oye estupendo, nos ahorramos una noche de hostal y parecen blanditos.
Nos preparamos un arroz para cenar y el rastas enseguida vino a fregarnos los cacharros. Insistió bastante y yo me extrañé pero me dijo Fran que hay mucha gente que viaja y para no pagar el hostal se encarga de cosas así, o cambiar las sábanas por la mañana. Currando un par de horas al día tienen el alojamiento gratis así que ni tan mal. Si veo que las voy a pasar putas intentaré hacer lo mismo.
Aquí estamos en Hobart, capital de Tasmania, pero aún no tenemos muy claro qué hacer. Más de un tercio de la isla son parques naturales, y es tan grande como Portugal. Tenemos que salir a la madre naturaleza pero no tenemos muy claro cómo. Yo soy muy echao palante e intento convencer a Fran de hacer la ruta Overland Track, la más famosa de la isla. 80 kilómetros por el parque natural más grande de Tasmania, lagos, picos de 1500 metros, bosques milenarios y un montón de fauna, pero son 6 días al menos cargados de todas las provisiones, comida, agua, tienda de campaña… Además que no es cosa de niños, es bastante dura. Él no se atreve a irnos solos, prefiere ir con gente con experiencia o algún tour pero ninguno de los dos queremos gastar mucha pasta en cosas que podemos ver por nuestra cuenta. Yo menos, desde que era un enano he estado años haciendo senderismo y ahora no voy a pagar a nadie para que me lleve por el monte.
No nos ponemos de acuerdo así que decidimos ir mañana a preguntar a las oficinas de turismo y valorar si lo hacemos o no. Por otro lado cualquier tour de mierda, rollo un día a ver un monte ida y vuelta te soplan 100 pavos, así que tendremos que montárnoslo por nuestra cuenta.
La gente no encuentra el momento de irse a la cama y tenemos que esperar hasta las 4 para pillar los sofás más grandes vacíos y poder dormirnos mientras alguna parejita nos mira como si fuésemos invasores alienígenas, mmmuaka, os jodéis.
DÍA 17: Miércoles 9 de Febrero
A las 7,30 ya estábamos en pié, no es plan de que lleguen los del hostal y nos vean ahí durmiendo de gorra así que recogimos todo, nos lavamos un poco la cara e hicimos como si acabásemos de llegar. Como cabía esperar todavía no nos dan la habitación. Hasta la 1 del mediodía nada así que dejamos nuestras cosas y fuimos a dar una vuelta por el pueblo. Nos metimos un buen desayuno del Mcdonalds y fuimos a la oficina de información. Ya nos dijeron que para entrar a los parques naturales teníamos que pagar un bono por 30 pavos, que sin coche íbamos jodidos para ver nada y que si queríamos hacer la Overland Track había que pagar 140 pavos por cabeza, según ellos para estar registrados y poder rescatarnos, mantenimiento del parque, etc. etc.
Buf, la cosa ya nos empezaba a tirar para atrás, aquí les gusta la guita que no veas. También estuvimos mirando precios de alquilar equipo, tienda, camping-gas, prendas de abrigo, etc. y se nos iba de madre. Llegamos a una tienda de segunda mano y la tía ya nos dijo que era una ruta bastante dura, que íbamos a necesitar cargar con muchas cosas, ropa térmica, etc. Nos podía vender todo y luego comprárnoslo otra vez a la mitad, pero nos estaban acojonando tanto que decidimos pensarlo más tarde.
Por aprovechar un poco que estábamos aquí decidimos hacernos el circuito a pié por Hobart que dice la lonely planet (guía de viajes que Fran también tiene). Estuvimos andando un par de horas por los sitios más interesantes, el centro, el puerto, Salamanca Square, una zona pijilla en una colina… 4 kilómetros y ya nos dolía hasta el alma, joder, y pensando hacer 80 por el monte, quizás no estamos en las mejores condiciones físicas.
Hablando por el camino pensamos que lo mejor sería pillar algún bus barato y ver por nuestra cuenta en un día el monte Wellington y otros dos días la bahía de Wineglass, un parque natural con playas vírgenes. No nos gastaríamos mucho y al menos veríamos algo interesante, aunque a mí me sabía a poquísimo, había llegado aquí con millón de ganas de aventura.
Llegamos al hostal, en la entrada estaba uno de los jefes haciendo salchichas en una barbacoa así que nos pillamos unas cervecitas y nos comimos un par de bocatas, que en realidad eran salchichas con pan bimbo y millón de kétchup, pero por la face así que coten.
Nos pusimos a hablar con una suiza que estaba sola, más maja que la ostia y estaba como un queso, estaba viviendo en Gold Coast y había venido a pasar unos días pero ya se volvía mañana. Cuando la conversación ya estaba entretenida me abordó una holandesa tamaño semi-ballena y por ser educado empecé a hablar con ella, pero joderrrr, ¿no ves que estoy hablando con la suiza? Eran las 7 de la tarde y la tía iba ya a tono, me empezó a contar su vida y cuando le dije que queríamos ir a la bahía de Wineglass me empezó a contar que ya había estado, que había alquilado un coche con un alemán y habían estado 5 días recorriendo toda Tasmania sin gastar un duro, solo comida y gasolina, y que el coche no sale a más de 50 dólares al día.
Llamó a su amigo alemán y empezaron a contarme todo lo que habían hecho, a los pocos minutos ya estaba sentado con ellos en una mesa, me regalaron su mapa de carreteras y me marcaron donde habían estado y lo que más mola de la isla. A mí ya me estaban convenciendo para hacer lo mismo, una chica francesa que andaba por ahí cerca en cuanto oyó que íbamos a alquilar un coche se nos acercó y nos preguntó, le dije que éramos dos españoles pero que aún no sabía, y enseguida me dijo que también quería. Joder pues entre 3 sí que sale barato, pero todavía tenía que consultarle a Fran, que seguía con la suiza. Le expliqué todo y le pareció bien, así que solo quedaba buscar algún coche mañana, pensar que comprar de comida y prepararnos para marchar el Viernes temprano.
Me voy dando cuenta de que aquí en Australia la gente tiene un morro… con la tontería de estar ahí de amigote con la gente te empiezan a sangrar, nadie tiene tabaco, dinero para cervezas… pero que pasa aquí ostia? Aquí todos tenéis visa para trabajar, los españoles somos los únicos puteados y encima me sangráis, a partir de ahora voy a ser un nazi y nada de dar pitis ni tragos. Me jode ser nazi pero a ver si me espabilo.
Sobre las 12 me moría del hambre y fuimos Fran, la holandesa y yo a una pizzería que no quedaba muy lejos. La holandesa ya me estaba rayando, no hacía más que preguntarme como se decían cerdadas en español, le enseñé a decir: “Estoy caliente” “Vamos a hacer el amor” “Vamos a follar” (without love), etc. etc. joder como le canta a esta tía. Yo estoy fatal, pero todavía no tanto, igual dentro de un par de semanas y con 4 cervezas me la cargo, no es tan orco, y aun puedo decir que me he cargado a una holandesa, pero joder es de más de pesada, así que le rio las gracias hasta que llegamos al hostal y ya me pongo a hablar con Fran en español para que se sienta excluida. Estuvimos un rato de cervecitas con la francesa, que es la polla y a las 3 nos fuimos a dormir.
DÍA 18: Jueves 10 de Febrero
Nos despertamos a las 10, como nos habíamos quedado sin la reserva del primer día teníamos que dejar esta habitación y cambiarnos a otra, que no nos daban hasta la 1 otra vez, vaya mierda. Teníamos que esperar a que se despertara la francesa para ir a buscar un coche, así que nos salimos a la terraza con los portátiles a echar un café. He tenido mucha suerte juntándome con Fran, es un tío de puta madre, lleva ya 2 meses en Australia y ha visto un montón de cosas, me va dando consejos sobre tours y también me intenta enseñar a gastar menos, encima es catalán así que sabe cuáles son los supermercados más baratos, las pegatinas de los productos a punto de caducar, los sitios para conectarse gratis a internet, y como calcular un buen presupuesto. A ver si se me pega un poco del hombre porque como la frase dice, yo no sé contar, solo se gastar.
Al fin vino Anne, nuestra compi francesa, y fuimos a alquilar el coche. Uno de los del hostal nos apuntó un par de sitios baratos y nos dijo que dijéramos que íbamos de su parte para que nos cobraran menos. Después de mirar un par de sitios nos decidimos por el más barato, un coche bastante grande nos salía a 47 dólares al día, y elegimos la opción más barata, solo teníamos seguro a terceros, nos cogían de una tarjeta de crédito 750 dólares de depósito, y si le hacíamos algo al coche aún nos podían soplar otros 3500 más, mucho más si nos la pegábamos nosotros solos. No sé si es que soy gilipollas o qué, pero cuando la francesa estaba haciendo la reserva y le pidieron tarjeta me miró y sin poner muchas quejas puse la mía, última vez, porque estuve todo el día superrayado, teníamos que haberlo echado a deditos o lo que fuera, no se hacen las cosas así pero por no crear una situación incómoda me lo comí con patatas, en fin… A confiar en que conducir por la izquierda no sea para tanto y que no pase nada, pero soy gilipollas, soy gilipollas, soy gilipollas…
Se suponía que por la tarde íbamos a preparar una lista con la compra, hacer una ruta, calcular gastos… al final nada, estuvimos toda la tarde haciendo el vago, sí que dijimos más o menos lo que íbamos a ver pero nada más. Mañana cogemos el coche pronto y nos vamos a el parque nacional Freycinet, donde está la bahía de Wineglass, leyendo por internet dicen que hay wallabies, los canguros enanos, que coten joder, tengo un montón de ganas de ver canguros de cerca.
Por la noche Fran y yo decidimos pegarnos el último lujillo en unos días y fuimos al puerto a comernos un fish and chips megafresco. Te lo sirven en un barquito que está flotando en el muelle, pillamos por 20 dólares un pack familiar y no pudimos con todo, estaba que te cagas. De ahí a dormir, mañana toca madrugón.
DÍA 19: Viernes 11 de Febrero
Estos dos se ducharon anoche pero les hago que me esperen un poco, no sé si voy a poder ducharme en 6 días, que asco joder, pero así va a ser, hay que empezar a mentalizarse, soy un perroflauta más. Vamos a dormir en el coche y vamos a comer sándwiches, la higiene personal no entra en nuestros planes.
Fuimos a por el coche, hoy va a conducir Anne, todavía no tenemos muy claro como vamos a dormir, el coche es grande pero llevamos los tres buenos mochilones, unos sofás se pueden tumbar y ponernos en el maletero pero todo duro, la francesa ha robado la almohada y el edredón del hostal, pero yo solo tengo el saco de dormir, buff ya me empieza a doler la espalda de pensarlo.
La tia se maneja bien llevándolo por la izquierda, el coche es automático y casi que mejor, nos perdimos un par de veces pero al poco encontramos el camino hacia la costa este. Paramos en un supermercado a comprar algo de comida, el paisaje es increíble, todo verde, verde, verde, de vez en cuando pasamos por el coche a través de algún bosque que parece salido de película, es la polla. A los lados de la carretera hay un montón de canguros muertos, ya lo había oído, parece que conducir por la noche es un peligro por culpa de los animales.
Paramos en una playa, ya muy cerca del parque nacional Freycinet. Estaba lloviendo pero Anne y yo nos dimos un bañito, joder con la tía, hizo un desnudo integral delante mío para ponerse el bikini, no se cortó ni un pelo, que coten de francesas. El agua estaba fría pero se podía soportar, en el parking descubrimos unas barbacoas gratis, le dabas a un botón y ya calentaba. Nos dijeron unos tios que estaban ahí cocinando que en Australia había en todas partes y que aquí en Tasmania íbamos a encontrar en todos los parques naturales, así que algún dia nos comeremos un buen filetaco, menos mal.
Volvimos al coche y ya entramos en el parque nacional, esto si que es la jungla, al final llegamos cerca de donde se hacen las caminatas que haía un aparcamiento, y aun sin haber aparcado, de repente lo ví. Un jodido canguro, ahí a menos de 20 metros. Paramos el coche y me bajé a toda prisa intentando no hacer ruido para no asustarlo. Saqué la cámara y ví que empezaba a dar saltillos así que me puse a tirarle fotos antes de que se fuera, y cada vez lo tenía más cerca, había venido hasta mis pies, que coooooten joder. No sabía que hacer por si me atacaba así que le puse la mano y me empezó a oler, si me movía mucho se achantaba pero me dejó tocarlo un poquillo. Que coten, no es muy grande, creo que es un wallabi, una especie de canguros enanos.

Dando vueltas por el sitio ví muchos más wallabis pero pocos se acercaban, dimos un paseo y llegamos a otra playita con unas vistas increíbles así que como faltaba poco para que se hiciese de noche fuimos a por las cosas para cenar en la playa viendo anochecer. Cuando volvimos nos encontramos otro animal megarraro, un wombat, también muy común en Australia pero claro, para cualquier persona de fuera es un bicho más raro que la ostia. Es como una mezcla de koala y cerdo, y solo va por el suelo.
Que pasada, la guinda del pastel fue cenar mirando hacia el mar y ver todo el rato aletas más grandes que mi cabeza saliendo por el agua. Estábamos todo rayados porque no sabíamos si eran delfines o tiburones, cuando una ya asomó muy muy cerca de la orilla fuimos corriendo y vimos que eran rayas gigantes, que cuando suben a la superficie asoman los extremos, pero gigantes, de más de 2 metros, que pasada, pero no me vuelvo a bañar ni de coña.

Ya de noche subimos hacia el coche, cuando oscurece se llena todo de animales, según andas todo se mueve a tu alrededor, se nos cruzaron varios wallabis por el camino, y no parábamos de oír ruidos de toda clase de insectos, pájaros, o a saber. Llegamos al coche y al final decidimos dormir uno adelante y dos detrás en el maletero con los asientos tumbados, las mochilas las dejamos en el asiento del conductor y en algún huequillo y ya nos colocamos, Anne y yo detrás y Fran delante. No hacía mucho frio así que me puse el saco de dormir de colchón, pero a mitad de la noche me desperté congelado y me tuve que meter, aquí es verano, pero estamos al lado del jodido polo sur.
DÍA 20: Sábado 12 de Febrero
Me desperté el primero, bueno, me he despertado cerca de 10 veces esta noche, entre la espalda y que me siento como inseguro rodeado de tanto bicho. Eran las 7 de la mañana, salí y vi un par de wallabies dando saltitos por ahí, que coten joder, aunque ya estoy como acostumbrado de tantos que hay, estos no me hacen ni puto caso y se piran.

Desperté a estos y nos metimos un buen desayuno. Nos pusimos en marcha y empezamos a subir por un camino al monte para ver las mejores vistas de la Bahía de Wineglass, a la hora o así llegamos, el sitio es increíble, nos ponemos en marcha, hay que llegar a esa playa megacoten, incluso me voy a bañar, las rayas estas solo están activas de noche, aunque como vea alguna cerca me da algo. Nos costó otra horita llegar hasta la playa, por unos caminos llenos de escaleras pero bastante fácil de caminar, estos australianos tienen todo bien preparado y accesible. Una pasada de playa, la arena es blanca y el agua cristalina, rollo Caribe, pero con canguros, que salen del bosque y se acercan a los turistas a ver si les dan algo de comer. Me puse el bañador, me metí y salí, esta agua sí que está ultracongelada pero al menos nos ha salido un día de puta madre así que me quedo tumbado al sol mientras Anne y Fran se van a dar un paseo por la playa.


La vuelta al coche fue un poco más dura, tardamos casi dos horas, pero todo cuesta arriba, como nos peguemos estas caminatas todos los días nos vamos a poner a tope. Volvimos a la playa del wombat y las rayas a comer y volvimos para el coche. Ahora toca ir a Launceston, una ciudad del norte, que también tiene un parque nacional famoso muy cerca y así aprovechamos para comprar más comida.
Me pongo al volante, hasta que me hago al freno, me olvido del pié del embrague y consigo medir distancias por el lado donde siempre he llevado el volante… acojoné bastante a estos dos, y un par de veces la lié y me puse en el carril contrario pero al rato ya bien, como la seda. Solo que son una mierda de copilotos y no saben leer un mapa así que me estaba poniendo de los nervios, y además claro, hay que hablar en inglés para no marginar a Anne, pero si tengo el tiempo justo para ir a la izquierda o a la derecha… joder, y encima si cogía para donde no era me rallaban, y entre una cosa y la otra mi empatía estaba bajando al nivel cero, además la francesa que va de copiloto no me deja escuchar mi música (podemos poner el ipod en la radio) y cada vez que hay alguna en español la quita, me está cayendo fatal quitándome la música, estoy conduciendo yo. Me dan ganas de parar el coche, darles de ostias, tirarles las mochilas a la cuneta y abandonarlos en la jungla. Además he puesto yo la tarjeta de crédito, el demonio que llevo dentro me dice que tengo todo el derecho del mundo a hacerlo, menos mal que llegamos pronto a Launceston.
Encontramos un sitio megacoten, con piscinas, barbacoas gratis, DUCHAS, y justo al lado de la entrada a todas las caminatas del parque natural de Launceston. Nos dimos una buena ducha y fuimos al super a comprar unos buenos filetacos y unas cervezas. Por ir de ratas pillamos los más baratos y luego eran todo nervio y no había manera de comerlo pero bueno, se agradecía ya un poco de carne. Según se hacía de noche nos empezaron a invadir los wallabis, y de repente algo se empezó a mover por los arboles al lado nuestro. Me cago en la ostia, estábamos todo rayados, porque se movían todo rápido y no los veíamos bien, primero vimos uno y luego ya empezaban a bajar por todas partes, eran una especie de ardillas gigantes o como mapaches no sé, me acuerdo del nombre en inglés pero no se escribirlo bien. Los bichos aquí son muy confiados, no se asustan de las personas, están en su jodido hábitat, nosotros somos los raros, a veces se te quedan mirando 5 segundos y luego pasan de tu culo.

Estábamos animadillos así que cogimos el coche y fuimos al pueblo en busca de algún bar, encontramos uno con terraza gigante, lleno de gente, y dentro del bar había conciertos, aquí en Australia se lleva muchísimo este rollo, en vez de poner música en los bares, hay gente que toca todos los días versiones de grupos famosos, en Melbourne también vi bares así por todas partes. Pedimos 3 pintas y las pagué yo, pensando que luego me invitarían, pero que va… en fin. Encima luego la francesa fue a pedir otra ronda y no llevaba pelas así que vino a pedírmelo, pero que jeta? Yo flipo chico, y encima como soy tonto, si lo tengo en el bolsillo no digo que no, como creo que hace la mayoría de la gente… Tengo que cambiar el chip, esto ya es la mofa. Yo algún día pido un piti a alguien por ahí, me dice que no y no pasa nada, no le declaro la guerra, tengo que hacerme de la hermandad del puño cerrado ya.
Al poco rato el bar se llenó de gente, todo Australianos, esto es un pueblillo dejado de la mano de dios, pocos turistas hay, y oye, más majos que la ostia, es que me caen de puta madre los australianos, y ya empiezo a entenderles mejor, se me sentaron al lado a hablar 3 tíos distintos, uno más majo que la ostia, estaba fatal de la cabeza, le conté que me habían operado de la pierna y estuve un año jodido y me enseñó un balazo que le había pegado su hermano con una escopeta hacía dos años en la pierna. Están fatal de la cabeza, me dijo que en Tailandia iba a gozar, que había estado un par de veces y es la polla. También se nos acercó alguna tía, estuvimos hablando con dos muy majas pero también vino una que era deficiente mental y me preguntó si era gay por llevar jersey de cuello largo, como era un jodido callo y no le hacíamos mucho caso se puso como a vacilarnos, que asco de tia. La francesa estaba por ahí a su rollo así que como la perdimos de vista decidimos irnos, las birras son a 8 pavos y se nos está yendo de las manos ya. Ya nos llamará. A las dos horas nos mandó un mensaje diciendo que se había ido a dormir a casa de uno, será zorra…
Nos colocamos los dos atrás para dormir, pero la cagamos, porque aparcamos el coche en una cuesta y nos caíamos hacia abajo, pero por no moverlo todo otra vez… Nos escurríamos en posición fetal contra la puerta del maletero, pero gracias a las cervecitas nos dormimos pronto.
DÍA 21: Domingo 13 de Febrero
Nos despertó la francesa, Fran le dijo dónde estábamos y el chaval la trajo en coche, era francés también, estaba aquí trabajando. Anne se metió al coche a dormir y nosotros nos fuimos a patearnos una rutilla de 3 horas por el parque nacional, era rollo Cañón, con alguna cascada, una antigua central hidráulica abandonada que podía visitarse y un monte que subimos y volvimos a bajar hasta donde la zona de las piscinas. No vimos muchos animales, solo un lagarto negro y algún pájaro raro.
Anne estaba tumbada en el césped cerca de la pisci, nos dimos un baño en la piscina y ya nos pusimos en marcha. Teníamos que ir al super a por comida y de ahí al parque nacional más coten de Tasmania, Crabble Mountain, donde empieza la Overland Track.
Mis compis se pasan de ratas, y además se ponen los dos de acuerdo en mi contra y ya me estoy poniendo de mala ostia, no quieren gastar ni un puto duro pero joder, tenemos que comer y beber agua, no veas para convencerles de que teníamos que comprar al menos 4 botellas de agua, solo querían comprar una e ir rellenándola, es que me parece ridículo, por 80 céntimos vamos a discutir y nos vamos a arriesgar a quedarnos sin agua en medio del monte encima con este solazo? De verdad que me hierve la sangre, y más aún después de haberme gastado 40 pavos ayer en cervezas, ganas de matar aumentando a saco. Me da igual que estén en mi contra, y por mis cojones compramos todo lo que digo, porque para cojones los míos, y ya nos vamos al parque nacional.
(Igual estoy marcando mucho estos momentos de mala ostia, pero por lo demás he estado de puta madre con ellos, nos lo hemos pasado genial y son más majos que la ostia, pero es que me acuerdo de estas cosas y… así es, y así es este blog.)
Hoy también he conducido yo, he decidido que mejor no insistir con mi música y escuchar el ipod de la francesa que son canciones antiguas y no me disgusta nada, aunque a veces se emociona, me sube la música a tope y no me hace caso cuando le pido que mire el mapa, solo me dice que es por aquí, y aumentan las ganas de matar. Cuando estoy de morros con alguien siento como que lo sabe, y que todo lo que hace lo hace para joderme más, ganas de matar, ganas de abandonarla y tirarle la mochila por un barranco…
No nos ponemos de acuerdo sobre donde ir a dormir, como entrar al parque, etc. Porque ya os dije que para entrar en cualquier parque nacional teníamos que pagar un pase, que no hemos pagado, que lo de dormir en el coche dentro de los parques tampoco podemos, tendríamos que pagar un camping, y en este sitio ya hay más seguridad, el Alemán me dijo que había cámaras en la entrada y te pillaban si no tenías la pegatina del parque. Por mi lo habría pagado y fuera me cago en dios, que la tarjeta la he puesto yo y si nos multan no sé como pero presiento que me la cargo yo. Bueno pues cuando llegamos a la barrera de la cámara yo pasaba de entrar y no veas, la francesa como vacilándome de que era un acojonado, me dijo que conducía ella y la pasó. Yo ya pasaba de malos rollos, así que chitón. En fin puede que conducir me ponga de mala ostia, o al menos más susceptible, y comer mal, no poder ducharnos, etc. pero se me pasa siempre rápido.

Llegamos el lago Dove, donde parten todas las rutas, hay un montón para elegir, desde paseíllos cortos hasta rutas de 3, 6 horas, una semana… Decidimos hacer una de 6 horas mañana, que vemos un par de lagos, subimos al monte Crabble y parece la mejor, aunque hay que subir casi 1500 metros y va a ser difícil.
Volvimos hasta donde la cámara para dejar el coche y dormir fuera de peligro de que nos multaran, cenamos en una especie de cabaña que había cerca y nos metimos a dormir, esta noche ya lo he pasado jodido, tengo la espalda rota del puto maletero duro, y tengo que dormir dentro del saco para no congelarme, aquí en el monte ya hace un frio que te cagas, aparte llevo puestos los vaqueros, dos camisetas, dos jerseys…
DÍA 22: Lunes 14 de Febrero
Nos despertamos sobre las 9, recogimos el coche, nos pegamos un buen desayuno y bajamos con el coche hasta el lago. Fue jodidamente duro, las pasamos putas, no nos imaginábamos que iba a ser tan difícil, por muchos sitios teníamos que subir casi escalando por musgo resbaladizo, para subir al monte no veas, menos mal que hay puestas como unas cadenas para agarrarte mientras subes o bajas, ya nos marcaban la ruta con una señal roja de que era para gente avanzada en el tema, pero le echamos 2 cojones y la hicimos entera, y valió la pena.
El lago es una pasada y con el sol que hace ves reflejada la montaña, no sabes dónde empieza o acaba el agua, es increíble, pasamos por tramos de bosque tropical y las vistas desde lo más alto de la montaña eran megacoten, a ratos querías morirte pero después de conseguirlo te sientes de puta madre. Meno mal que me hicieron caso y compramos agua porque si no igual sí que nos da algo.
Las 6 horas al final fueron más de 7, llegamos con un hambre de la ostia así que en vez de un sándwich nos comimos dos por cabeza para celebrarlo. Estoy a tope joder, soy Son Goku fusionado con Vegeta, soy Russel Crowe entrando al coliseo en Gladiator, soy una máquina física y mentalmente joder, este tío es un cremas.
Estaba seguro de que donde íbamos hoy, el lago Sant Clair también tenía que tener barbacoas gratis así que de camino pillamos unos buenos filetes para celebrar la reventada de hoy. Cuando llegamos ya se nos estaba haciendo de noche, no había barbacoas pero sí como una chimenea con una bandeja para carne así que hicimos fuego y nos los comimos en su punto, que coten.
Esta vez he probado a dormir adelante y ha sido un acierto, no estás tumbado sino sentado pero joder, que maravilla, con el asiento blandito, dormí genial, eso sí con bien de capas de ropa y el saco de dormir, así que un poco atrapado en cuanto a moverme, pero muy bien.
DÍA 23: Martes 15 de Febrero
En el centro de visitantes del lago hay una cafetería, así que después del desayuno fuimos a echar un cafecito. Estabamos reventados de ayer así que hoy no nos íbamos a pegar ninguna caminata larga. Yo quería alquilar una caña de pescar a ver si picaba algo en el lago, pregunté y me dijeron que tenía que ir a un pueblo a unos 30 kilómetros así que les pregunté a estos y me acompañaron.
Fuimos a donde nos dijeron, nos mandaron a otro sitio al lado de otro lago y llegamos a casa del hombre que alquilaba las cañas, pero no aparecía por ningún lado, estuvimos dando vueltas por todo el pueblillo y nada, parecía un pueblo fantasma. Ya nos íbamos a ir cuando ví una caña con el aparejo y todo ya preparado ahí abandonada, joder, me va a castigar el karma, pero llevamos una hora dando vueltas con el coche, les he jodido la mañana a estos dos y… que cojones está ahí abandonada en la calle y por aquí no hay ni un alma así que la cogí a toda ostia y nos fuimos.
Llegamos al lago, estos dos se fueron a dar un paseo y yo fui para el lago. Vaya estafa, estoy viendo millón de peces saltar a unos 30 metros pero el aparejo es una mierda, no tiene peso, y no consigo lanzar la caña a más de 10 metros, así no hay manera. Estuve cambiando de sitio por todo el lago pero naaa no picó nada así que desistí. Volviendo para el principio me encontré como un erizo con pico de pato, que coten. El sitio este no está mal, pero está infestado de moscas gigantes. Si te paras 10 segundos te comen vivo, y encima como no huelo muy bien que se diga me están matando.
Comimos un sándwich mientras nos acribillaban los bichos, era tan jarri que me lo tuve que comer de pié dando vueltas para que me dejaran en paz. Estábamos tan hasta la polla que nos fuimos nada más comer.
Hoy conduce Anne, y vamos al Mount Field, otro parque natural ya cerca de Hobart, la hemos cagado porque no tenemos comida, pensábamos comprar de camino pero son todo pueblos fantasma, no hay ni dónde comer ni donde echar gasolina.
Llegamos al parque natural, cerca de un camping. Hay que probar suerte así que entramos al camping, investigamos el sitio y coooten, duchas calientes así que nos duchamos rápido antes de que nos pillase nadie. Tenemos para cenar dos tomates, una lata de atún y 3 rodajas de pan bimbo, todo un banquete. Este sitio está lleno de wallabies, si alumbras con la linterna hacia cualquier parte te encuentras a todos por ahí comiendo hierba.
DÍA 24: Miércoles 16 de Febrero
Toc toc, hay un hombre dando toquecitos en la ventanilla del coche, son las 8,30. Abrimos y nos dice que no podemos dormir en el coche, que tenemos que pagar una multa de 30 pavos, lo que nos habría costado el camping. Vaya mierda, pero bueno, menos mal que no nos pidió los pases para visitar el parque natural. Mucha suerte hemos tenido de momento la verdad. Para desayunar teníamos nocilla y algo de zumo de naranja. Fuimos a mirar el panel donde salían todas las rutas y decidimos hacer una de dificultad media de unas 4 horas.


Qué bien elegimos la verdad, al principio queríamos subir el monte pero nos metimos en un bosque increíble, parece que estamos en jurassic park. Los árboles son jodidamente altos, algunos miden cerca de 100 metros, son los árboles más grandes que he visto en mi vida, el bosque está lleno de animalillos, wallabies, lagartos, pájaros rarísimos… El sitio es de los más húmedos de Australia, leimos que haría falta un infierno de incendio para destruirlo, es casi imposible. Por el camino fuimos encontrándonos cascadas y cada vez árboles más grandes.


Me encantó el sitio, pero es hora de volver a la civilización, mañana dejamos el coche y vuelo a Sydney. Decidimos pegarnos una buena comida de despedida y fuimos a Richmond, a 20 kilómetros de Hobart, un pueblillo pequeño pero que tiene unos cuantos edificios históricos construidos por los presos que llegaron a Australia. Nos metimos en el primer restaurante y nos comimos un buen filetaco con patatas y ensalada y una botellita de vino Australiano.

Fuimos a dar un paseo por el pueblo aunque era enano y terminamos pronto. Hemos decidido dormir de gorra esta noche en el hostal de Hobart, dejamos todo en el coche, hacemos lavadoras, y cuando estén todos dormidos nos metemos a dormir a los sofás, ya nos sabemos la clave para la puerta de la calle. Ha sido la polla venir a Tasmania, estaba totalmente fuera de mis planes pero en verdad ha sido muy coten, hemos visto unos sitios preciosos, si hubiésemos ido en tours, que es como te intentan vender la moto siempre habríamos gastado más de 1000 dólares, y yendo de perroflautas hemos gastado 250 en una semana, todo un logro en Australia, que esto es de caro…
Me muero de ganas de llegar a Sydney, una ciudad de estas locas que me molan, sigo mi viaje solo, así que a empezar otra vez de cero, pero no hay fallo.
Como siempre gracias por vuestro tiempo, un abrazo!